-Pérdida o aumento de peso: indistintamente de la edad y la cantidad de libras.
-Mejorar tu digestión: que se traduce en reducir la hinchazón, gases, dolor o estreñimiento.
-Mejorar la concentración: quieres estar más enfocado y ser más productivo.
-Entender la diferencia entre la comida procesada y “Real Food”: Identificar los alimentos que te producen inflamación y buscar opciones naturales.
-Aumentar los niveles de energía: a través de ajustes en tu alimentación y estilo de vida.
-Cambio de hábitos: de una manera sutil y sostenible.
-Planes de alimentación: 100% personalizados y adaptados a tus gustos y necesidades.
-Planes básicos de ejercicios: Según su nivel de condicionamiento y disponibilidad de horarios.
-Manejo de Estrés: Identificar el origen de tu estrés, es la manera de empezar a minimizarlo y aprenderás sobre diferentes métodos que podrás implementar en tu vida diaria.